lunes, 3 de octubre de 2011

Dejar de pensar en las limitaciones y empezar a pensar en las oportunidades




Este artículo aborda la ciencia de las posibilidades. Para ello hablaremos de personas que supieron ver algo diferente tras el muro del cansancio y el determinismo.


Empezaremos con el caso de dos escritores norteamericanos muy diferentes entre sí: uno es el rey del best seller de consumo rápido; el otro, un firme candidato al Premio Nobel.


Pocos lectores saben que Dan Brown, antes de escribir novelas como El código Da Vinci, era músico -grabó tres discos que pasaron desapercibidos- y profesor de idiomas en un instituto. Se hallaba de vacaciones con su esposa en un hotel de Tahití cuando observó que alguien había olvidado un libro en una tumbona. Se trataba de The Doomsday conspiracy, de Sidney Sheldon. Por curiosidad leyó la primera página y, sin pretenderlo, se tragó aquel thriller de cabo a rabo. Cuando lo terminó, de repente pensó que le apetecía escribir una historia así.


Al regresar a casa empezó a redactar su primer libro sin imaginar que, en solo unos años, sería el escritor más rico del mundo. Nada de esto habría sucedido si Brown no hubiera recogido esa novela que albergaba una nueva y excitante posibilidad.


En el otro extremo, el exquisito Don DeLillo tampoco se había propuesto ser novelista. Quien escribiría obras como Ruido de fondo o Americana procedía de una familia muy humilde, así que se empleó como guardia de seguridad en un parking para poder viajar. Obligado a matar las horas de algún modo, empezó a devorar los clásicos de la narrativa norteamericana. Después de mucho leer decidió que tenía que ser escritor, y se puso a la tarea. El aburrimiento del parking se convertiría en su gran oportunidad.


La vida de cada persona está llena de oportunidades que pasamos por alto, a diferencia de los dos casos que acabamos de ver. Nos sentimos tan agobiados por nuestras obligaciones y miedos, que nos aferramos a lo que tenemos sin contemplar otras alternativas. Incluso en tiempos de profunda crisis como los actuales, las oportunidades bullen en la olla de lo cotidiano a la espera de ser descubiertas. Para poder verlas hay que dejar de pensar en clave de limitaciones para empezar a pensar en clave de posibilidades.


Artículo de Francesc Miralles "Atentos a las nuevas oportunidades" (El Pais Semanal)
Fuente:http://www.elpais.com/articulo/portada/Atentos/nuevas/oportunidades/elpepusoceps/20110925elpepspor_8/Tes

jueves, 18 de agosto de 2011

Intuición o razón
















"En los momentos en que necesitamos tomar una decisión importante, es mejor confiar en el impulso, en la pasión, porque la razón generalmente procura alejarnos del sueño, justificando que aún no ha llegado la hora. La razón teme la derrota, mientras que la intuición ama la vida y sus desafíos".


(Paulo Coelho. Discurso de incorporación a la Academia Brasileña de las Letras).


martes, 7 de junio de 2011

TransformAcción














Estas fotografías las hice hace un par de semanas en la Puerta del Sol (Madrid). Entre tantos mensajes, me llamaron poderosamente la atención, éstos que he querido reflejadar aquí.


TransforAcción, es la clave de toda transformación, en lo colectivo y en lo individual: cambio + acción.


Un abrazo,


Irene Montero González.

domingo, 27 de marzo de 2011

Pasa y entra en Alivia3




"Pasa" de Pedro Guerra


Aquí hace menos frío

que en la calle,

hay leña para un fuego,

no mucha, pero bueno,

un poco de calor

no viene mal.


Aquí hay una canción

que nos descansa,

un hueco para el alma,

sentirse como en casa,

un alto en el camino

nada más.


Pasa, entra

y siente que hay quien duda como

y no se descubre nada, nada de las cosas

que ha escuchado y desespera.

Pasa, entra

y siente que hay quien duda como tú

pero se abraza a lo que tiene

y se levanta con la fuerza que le queda.

Pasa, entra

y siente que hay quien duda como tú

pero no tiene más canción

que la que sabe y la cantó

y si no la sabe

tararea.


Aquí hace menos frío

que en la calle,

los labios para un beso,

oídos para un sueño,

la brisa que precisa

tu dolor.


Pasa, entra

y siente que hay quien duda como tú

y no se descrube nada, nada de las cosas

que ha escuchado y desespera.

Pasa, entra

y siente que hay quien duda como tú

pero se abraza a lo que tiene

y se levanta con la fuerza que le queda.

Pasa, entra

y siente que hay quien duda como tú

pero no tiene más canción

que la que sabe y la cantó

y si no la sabe

tararea.

Pasa, entra

no importa lo que fue porque será

lo que será y alguna forma encontrarás

para pasar por esa puerta.

Pasa, entra

después de algún traspiés algún color

dibujará lo que hace falta

para estar de nuevo en pié

y no perder fuerza.

Pasa, entra

y siente que hay quien duda como tú

pero no tiene más canción

que la que sabe y la cantó

y si no la sabe

tararea.



Hace unos días, mi hermana Mari volvía a traerme al corazón las canciones de Pedro Guerra. Y, es que, él fue una de mis fuentes de inspiración en la gestación de Alivia3. Y más concretamente su canción "Pasa", cuya alma pasaría a ser "el alma de Alivia3".

Por eso, hoy quiero compartirla con todos los que han formado, forman y formarán parte de Alivia3:

Aquí hace menos frío que en la calle, hay leña para un fuego, un hueco para el alma, sentirse como en casa, un alto en el camino, los labios para un beso, oídos para un sueño,...

Pasa y entra en Alivia3.


Un abrazo,

Irene Montero González.

PD. Dedicado a mis tres soles: Marta, Mari y Bea.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Vivir sin miedo = Ser Feliz


La mayor parte de los males que le sucede al hombre -los más importantes por lo menos- le suceden por miedo. El corazón humano está lleno de angustias y pavores. Si alguien que no sabe nadar se cae al agua, se asusta y se debate y se contrae y, en consecuencia, se hunde; se desespera por mantenerse a flote y, en consecuencia, se ahoga. Si perdiera el miedo, su cuerpo por sí sólo ascendería hasta la superficie. El miedo es un lastre que nos aterra (en su doble sentido), que nos empequeñece y nos devora. ...

... Así es en general el hombre. Tiene miedo a perderse; tiene miedo a perder. Y apenas en su vida hace otra cosa. Pierde el dulce y blando almohadón de su infancia; pierde o no alcanza el ideal de su juventud; pierde los amigos más íntimos y los más tiernos amores que lo acompañaron; pierde las facultades por las que fue querido y admirado, y va así, paso a paso, hacia la muerte, donde él mismo se pierde. Y llega ella sin haber vivido de puro miedo. La vida fue para él algo que acaecía mientras estuvo distraído evitando un daño o una catástrofe. De ahí que sólo hagan en realidad el bien los que, además de las otras cosas, perdieron el miedo a la muerte, que es lo mismo que decir los que perdieron el miedo a la vida. Hay hombres que hacen tanto esfuerzo por alejar la muerte y olvidarla que descuidan el principal precepto: el de estar vivos. Y en lugar de sazonar la vida con el aprendizaje y la alegría, la amargan con quejas y quebrantos, convocando a la tristeza a anidar, como una cigüeña negra sobre su tejado.

... Para perder el miedo no es necesario cambiar el mundo, sino cambiar nuestro propio corazón; ensancharlo y escucharlo después. Nunca es imprescindible cambiar aquello que se ve y se teme, sino la forma en que se ve. La derrota y el fracaso forman parte esencial de nuestra vida. Si no aprendemos a verlos con perspectiva desde lo alto, nos amedrentarán, porque estaremos debatiéndonos entre ellos como el que no sabía nadar y cayó al agua.

... Nadie conseguirá ser feliz si está atribulado por el miedo. Para serlo es necesario ser valiente, liberarse de las inseguridades, de preocupación y de tensiones... El que añora aquello de que carece en lugar de afirmarse en lo logrado por modesto que sea, no es feliz. El que cree que sólo lo será mudando su situación o a quienes lo rodean, no lo llegará a ser, porque busca fuera lo que se encuentra dentro de él. El que juzga que cuando se realicen todos sus deseos será feliz, yerra: el temor a que no se realicen lo mantiene frustrado y encogido. ¿Cómo va a ser dichoso el acobardado por la amenaza de perder el objeto de su ansiedad, o de no conseguirlo, o de que se interponga otro, u otro se lo arrebate? Miedos, miedos, miedos. Para acercarse a la felicidad es imprescindible romper las ataduras del miedo, al contrario de lo que normalmente hacemos: creer que la felicidad consiste en aferrarnos a ellas. La atadura de impresionar en favor nuestro a los demás; la atadura de ganar dinero; la atadura de mantener el estatus; la del éxito en el trabajo y en el mundo ... Y mientras nos preocupamos de que no se nos escapen nuestras ataduras, se nos escapa la vida: lo único que realmente tenemos.

"El Miedo" de Antonio Gala. (Revista El País, agosto de 1995).


¿Se puede añadir algo más a este magnífico escrito? Yo creo que no. Bueno, ... tal vez, "Amén".
En cuánto leí este artículo de Antonio Gala, lo recorté de la revista y lo tengo guardado como un tesoro especial. Porque, siempre que las dudas me atormentan, que los miedos y la ansiedad se apoderan de mi mente, vuelvo a leer estas palabras. Y, como un faro para el navegante, mi alma recupera el rumbo.

Un abrazo,
Irene Montero González.

martes, 22 de febrero de 2011

Valorar lo que se tiene

"Un hombre cumplió su sueño de viajar a la Luna, pero, durante el alunizaje, el cohete se averió sin remedio. Él siempre había deseado ir hasta allí, pero se encontró con que no podía regresar a la Tierra y le quedaba sólo oxígeno para tres días. En ese tiempo era imposible que pudieran mandarle otro cohete para recogerlo o traerle más oxígeno. El astronauta supo entonces, por primera vez en su vida, qué era exactamente lo que quería: volver a casa y estar en la Tierra para llevar allí una vida simple y feliz. ¡Tuvo que viajar hasta la Luna para valorar algo que tenía tan cerca!"

("El laberinto de la felicidad". Álex Rovira y Francesc Miralles)

Hay que ver. Pero, ¡que zoquetes llegamos a ser en ciertos momentos! No hay más que perder o, simplemente, intuir que podemos perder aquello que nos rodea y acompaña, para darnos cuenta de lo que representa realmente para nosotros en nuestras vidas. Puede ser un trabajo, un amig@, la salud, la movilidad, la familia, los amores, los hijos, la casa, un río, el mar, un paisaje,... Somos tan exigentes que nos volvemos incapaces de ver nuestra realidad con amor y valorarla en su justa medida.
Hagámosnos el enorme favor de mirar a nuestro alrededor con gratitud. La vida, vista desde esta perspectiva, se vuelve más amable y placentera.
Un abrazo,
Irene Montero González

jueves, 17 de febrero de 2011

Alegría



FRANCESCA GAGNON - ALEGRIA theme (CIRQUE DU SOLEIL)

(Italiano)

Alegría
Come un lampo di vita
Alegría
Come un pazzo gridar
Alegría
Del delittuoso grido
Bella rugente pena, seren
Come la rabbia di amar
Alegría
Come un assalto di gioia

(English)
Alegría
I see a spark of life shining
Alegría
I hear a young minstrel sing
Alegría
Beautiful roaring scream
Of joy and sorrow, so extreme
There is a love in me raging
Alegría
A joyous, magical feeling

(Italiano)
Alegría
Come un lampo di vita
Alegría
Come un pazzo gridar
Alegría
Del delittuoso grido
Bella rugente pena, seren
Come la rabbia di amar
Alegría
Come un assalto di gioia
Del delittuoso grido
Bella rugente pena, seren
Come la rabbia di amar
Alegría
Come un assalto di gioia

(Español)
Alegría
Como la luz de la vida
Alegría
Como un payaso que grita
Alegría
Del estupendo grito
De la tristeza loca, serena
Como la rabia de amar
Alegría
Como un asalto de felicidad
Del estupendo grito
De la tristeza loca, serena
Como la rabia de amar
Alegría
Como un asalto de felicidad
(English)
There is a love in me raging
Alegría
A joyous, magical feeling