martes, 22 de febrero de 2011

Valorar lo que se tiene

"Un hombre cumplió su sueño de viajar a la Luna, pero, durante el alunizaje, el cohete se averió sin remedio. Él siempre había deseado ir hasta allí, pero se encontró con que no podía regresar a la Tierra y le quedaba sólo oxígeno para tres días. En ese tiempo era imposible que pudieran mandarle otro cohete para recogerlo o traerle más oxígeno. El astronauta supo entonces, por primera vez en su vida, qué era exactamente lo que quería: volver a casa y estar en la Tierra para llevar allí una vida simple y feliz. ¡Tuvo que viajar hasta la Luna para valorar algo que tenía tan cerca!"

("El laberinto de la felicidad". Álex Rovira y Francesc Miralles)

Hay que ver. Pero, ¡que zoquetes llegamos a ser en ciertos momentos! No hay más que perder o, simplemente, intuir que podemos perder aquello que nos rodea y acompaña, para darnos cuenta de lo que representa realmente para nosotros en nuestras vidas. Puede ser un trabajo, un amig@, la salud, la movilidad, la familia, los amores, los hijos, la casa, un río, el mar, un paisaje,... Somos tan exigentes que nos volvemos incapaces de ver nuestra realidad con amor y valorarla en su justa medida.
Hagámosnos el enorme favor de mirar a nuestro alrededor con gratitud. La vida, vista desde esta perspectiva, se vuelve más amable y placentera.
Un abrazo,
Irene Montero González

2 comentarios:

  1. Gracias por ayudarme a llegar a verlo. Besos,

    Vesta, desde el corazón.

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  2. Gracias a tí Vesta por tener siempre buenas palabras para mí y Alivia3.
    Un abrazo, Ire.

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