domingo, 29 de agosto de 2010

"La Importancia de la Paciencia"


Un hombre estaba encarcelado de por vida en lo alto de una torre. Como no aceptaba esta separación, su mujer tomó la decisión de ayudarle a escapar. Cogió un escarabajo y tras haber atado con delicadeza un hilo de seda extremadamente delgado al insecto, untó sus antenas con un agota de miel. Lo depositó al pie de la torre, con las antenas dirigidas hacia lo alto. El insecto, en su afán de alcanzar la miel, trepó tanto que llegó a la ventana del prisionero. Éste, tras haber dejado libre al escarabajo, tiró el hilo de seda. En su extremo había atado otro hilo algo más grueso. Seguía a este un hilo bramante, tras él una cuerdecilla y finalmente a la cuerdecilla una sólida cuerda que el hombre fijó en el interior de su celda y utilizó para descender de la torre y huir con su mujer.
Alejandro Jodorowsky
Cuántas veces nos desesperamos porque las cosas no suceden a la velocidad que deseamos. Ponemos el grito en el cielo porque no vemos ningún progreso aparente y nos enfadamos con la vida porque se "retrasa". Y, cuántas veces hemos escuchado decir, sobre todo a nuestros mayores, que "las cosas tienen su tiempo", "sucederá cuando tenga que suceder, ni antes ni después". Pero, aún así, insistimo en ser impacientes, en añadir a la ecuación de nuestra existencia, la variable aceleración.
¡Paciencia es lo que necesito!, gritamos cuándo estamos desesperados/as y desalentados/as. Y realmente lo que nos hace falta no es paciencia sino confianza: fe, seguridad, tranquilidad y esperanza en el proceso de la vida, en nuestras posibilidades y en los demás.La confianza desvanece los temores, empequeñece los miedos y desdibuja las angustias. La confianza nos aporta empuje, ánimo, determinación y paciencia.
Un abrazo,
Irene Montero González.

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