sábado, 7 de julio de 2012

La Compasión


"Sentir el dolor del otro es compasión. Según el Dalai Lama, la compasión es la capacidad de sentirnos cercanos al dolor de los demás y la voluntad de aligerar sus penas. El budismo sostiene que para tener "un corazón compasivo", en primer lugar, tenemos que cultivar la empatía, la capacidad de ponernos en el lugar del otro.

El problema de la palabra "compasión" es que en nuestra sociedad evoca, según el filósofo y teólogo Francesc Torralba, "un complejo de superioridad, una mirada de lástima, de misericordia para alguien. Hasta el punto que más de una vez hemos oído decir: No quiero tu compasión". Pero la lástima, la palmadita en la espalda o esa mirada de cierta superioridad cuando la situación de fragilidad no nos afecta directamente..., todo eso no es compasión.

Arthur Schopenhauer escribió que todo amor que no incluya compasión es sólo egoísmo. El filósofo, que se definía como ateo, decía que la compasión es "mística práctica": la experiencia a través de la cual el "yo" y el "tú" se difuminan y constituyen una totalidad, de modo que el sufrimiento del otro se experimenta como propio. (...)

Cultivar la compasión requiere de receptividad. Vaciarnos, en cierto modo. Saber escuchar al otro -sin olvidarnos de nosotros-. La compasión también la tenemos que cultivar hacia nosotros. Si somos muy autocríticos, no somos compasivos con nosotros mismos.(...)

Sentir compasión significa trascender la dualidad entre el "tú" y el "yo",
sentir que somos parte de todos los seres vivientes. de la naturaleza.
La compasión no entiende de credos,
es amor genuino,
ganas de colaborar y respeto".

Gaspar Hernández

Fuente: "Cultivar la compasión", por Garpar Hernández. Revista de Psicología Positiva - Mente Sana, nº 83. RBA.

lunes, 2 de julio de 2012

Volar detrás de un sueño es imposible, ¿o no?

Volar detrás de un sueño, no es imposible. Arriesgar para lograr una vida mejor, más amable y amorosa, más acorde con el ritmo de los latidos de tu corazón, no es de idiotas. Hay que seguir soñando, darle la vuelta a las cosas si no te gustan, cambiar y transformar tu presente para lograr ese futuro que deseas vivir con pasión y amor. 

Un abrazo,
Irene Montero González